Cuando pensamos en la reforma protestante vienen a la mente dos nombres: Martín Lutero y Juan Calvino. En este pequeño artículo se hablará un poco de la vida del segundo de ellos.
Calvino nació el 10 de Julio de 1509 en Noyon, Francia. Después de varios años de estudio, obtuvo su doctorado en derecho en la Universidad de París, dónde tuvo contacto por primera vez con la teología reformada de Lutero. En 1533 un evento cambia el rumbo de la vida de Calvino: después de que el rector de la Universidad de París, Nicolás Cop, un amigo suyo, diera un discurso con contenido altamente reformado con su ayuda intelectual, la corona Francesa empezó a buscarlos para condenarlos a muerte por sus ideas anti Catolico-Romanas, y ambos tuvieron que huir de Francia. Mientras realizaba una parada en Ginebra en su camino a Saboya, el pastor Guillermo Farel lo convenció de que se quedara en Ginebra para ayudarlo con su obra ahí.
Aquí es donde su vida y ministerio se desarrollan, con excepción a un período de tres años que vivió en Estrasburgo, en donde también pastoreo una iglesia. Para calvino el rol más importante de su vida no era el de teólogo o escritor, era el de ser pastor de la congregación de Ginebra, donde predicaba varias veces el domingo, además de hacer múltiples estudios bíblicos en la semana y cuidar de los miembros de la congregación, visitandolos y exhortándolos a mantenerse en su fe.
El legado de Calvino es uno de los más notorios en toda la historia de la reforma y de la iglesia, ya que sus predicaciones, enseñanzas y escritos teológicos fueron una gran influencia para otros grandes hombres de la fe como su discípulo Teodoro de Beza, Felipe Melanchthon y John Knox. Sus enseñanzas, sumadas a las de otros reformadores de esta época, se condensaron para crear un resumen de las bases de nuestra fe, “ Las Cinco Solas de la Reforma”.
Para concluir, somos exhortados a través de la siguiente frase de Calvino, la cual fue su testamento, ya que nos muestra un boceto de como es la vida de un verdadero cristiano, que se esforzaba en gran manera por alcanzar los estándares espirituales de la Escritura, refugiándose en las justicias de nuestro Señor Jesucristo y siguiendo Su ejemplo de vida: “Doy testimonio de que vivo y me propongo morir en esta fe que Dios me ha dado por medio de Su Evangelio, y que no dependo de nada más para la salvación que la libre elección que Él ha hecho de mí. De todo corazón abrazo Su misericordia, por medio de la cual todos mis pecados quedan cubiertos, por causa de Cristo, y por causa de Su muerte y padecimientos. Según la medida de la gracia que me ha sido dada, he enseñado esta Palabra pura y sencilla, mediante sermones, acciones y exposiciones de esta Escritura. En todas mis batallas con los enemigos de la verdad no he empleado sofismas, sino que he luchado la buena batalla de manera frontal y directa.”
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Julián Cardona es miembro de la Iglesia Bautista Reformada Decisión Jesús, de la cual se graduó en Estudios Teológicos. Actualmente reside en la ciudad de Louisville, Kentucky, junto a su esposa Ana Ramos C, donde estudia Filosofía, Política y Economía en el Southern Baptist Theological Seminary.
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